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Una tierra fértil
Uno de los mindfucks más grandes que he tenido en los últimos años fue enterarme que en la Amazonía se cultivaba, y mucho.
En mi cabeza estaba la imagen de los indígenas seminómadas, con culturas de tumba-roza-quema (sistema de agricultura intensiva que a la larga genera deforestación y pérdida de suelos nutricios). Muy pocos de ellos, en comunidades muy aisladas unas de otras. Y también en mi cabeza estaba la idea del suelo hiperfértil de la selva amazónica por doquier.
Asimilamos que las culturas precolombinas no tienen «tecnología» -entendiendo tecnología por aquellos artefactos compuestos de piezas que se destinan a aliviar tareas mecánicas. Nos parece fascinante que los mayas, los aztecas… tuvieran la capacidad de predicción astronómica, pero hay prácticas y legados que son todavía más sorprendentes.
Existe en la Amazonía lo que se conoce como Terra Preta de Indio. Es un tipo de tierra antropogénica -es decir, creada por los humanos- que es sorprendentemente fértil, y aún más sorprendentemente fértil a largo plazo. Para entender un poco qué es he realizado esta infografía.
Huertas, jardines mentales y cabañas atencionales
Siempre tengo interés en lo que se refiere a las maneras de cultivar porque todos los años hago un huerto. En parte es porque vivo en el campo y forma parte de este estilo de vida. Pero también la razón es que alternar entre el trabajo puramente intelectual y el trabajo físico me hace mucho bien. Muchas de mis mejores ideas han surgido en el huerto. Pero también noto que es un espacio al que acudo cuando necesito sosegar mi mente. Trabajar con la tierra es muy beneficioso para la psique.
Sigo dándole vueltas a las cabañas atencionales, a esos espacios en los que la creatividad surge porque hay espacio para la soledad y el diálogo interno. La huerta es un lugar en el que estoy a mi aire, es una de mis tareas en casa -a veces me ayudan mis hijos o mi marido, o incluso alguna amiga o mi madre, pero suelo estar sola. Así que si bien tengo un estudio donde pinto, escribo y demás… el lugar de pensar es en el huerto. Y la verdad es que observar los ciclos naturales, las dinámicas propias de los vegetales y los insectos, los ecosistemas que se crean, me ayuda a entender otros procesos similares en ámbitos que no tienen que ver con el cultivo. Establezco paralelismos, similitudes y relaciones. Desarrollo metáforas, alegorías… Me sirve mucho para pensar en cómo mi huerta y mi jardín mental se asemejan, porque al fin y al cabo necesitas el mismo tipo de constancia para operar en ambos mundos.
El Gran Bosque de Internet
Simultáneamente, me llegan artículos sobre cómo Internet se asemeja en sus relaciones y desarrollo a un bosque. (Necesita referencias)
Claro que, teniendo en cuenta cómo las grandes tecnológicas han capitalizado las relaciones humanas a través de las redes sociales (se entiende muy bien con el concepto de «farmeo» del que ya he hablado aquí), podemos hablar de un momento híbrido en el que conviven en el mismo ecosistema lo salvaje y lo «cultivado»
Mis preguntas son:
- ¿existe algún tipo de práctica humana que ayude a hacer fértil intelectualmente áreas de Internet a largo plazo?
- ¿podemos trasladar la idea de Tercer Paisaje de Gilles Clèment a esos espacios de Internet donde suceden cosas?
- ¿cuáles son las relaciones simbiontes que contribuyen a esa fertilidad?
- ¿cuán determinantes son la estructura, el código y los protocolos en el tipo de relación que establecen los internautas?
(seguir desarrollando)
