Estoy preparando la nueva edición del curso en la UNED, y rehaciendo materiales en una de estas maravillosas iteraciones que tanta alegría me dan. Porque es genial poder revisitar las ideas de nuevo, y encontrarles nuevos matices.
He estado rehaciendo este esquema, primero porque quería reordenar las viñetas con texto. Tenía más sentido que hubiera una secuencia desde lo que el ojo percibe hasta lo que el cerebro procesa. El uso del color no era lo suficientemente claro. También quería clarificar sobre el pensamiento arborescente -ya que la teoría del código dual la explico en otro dibujo.
Y me he dado cuenta de que ese pensamiento arborescente es una herramienta de doble filo, que se vuelve contra ti si no desarrollas la capacidad de gobernarla. A mí el cerebro me juega muchas malas pasadas, y tengo que ser muy disciplinada con él si quiero llegar a algún resultado. Pero me ha dado por pensar en todas las personas pequeñas que han pasado por mis clases, y algunos de ellos se han hecho adultos ya, teniendo un cerebro que tendía a ese pensamiento arborescente, y no había enseñanza cercana para aprender a navegar esa complejidad cuando eran criaturas. Han salido adelante, pero a veces el coste es alto.
Quizás por esa complejidad, esa multiplicidad de pensamientos entre los que es difícil establecer prioridades, estoy en esta senda de enseñar a usar el pensamiento visual. Especialmente al profesorado, que es el colectivo que más cerca está de la humanidad del futuro.
Siempre les he contado en clase que el cerebro es un órgano vago. Que si puede «alcorzar» -acortar el camino en aragonés- lo va a hacer. Y es que las cifras son para que nos quedemos con la boca abierta:
- 2% del peso corporal
- 20% del gasto energético
- 90% de lo que procesa es visual
Una quinta parte de nuestra energía va a alimentar el seso. Impresionante. ¡Es normal que sea vago! Y que su principal tarea sea dar sentido a lo que los ojos perciben también es de récord. Por eso pienso que es muy necesario aprender un mínimo de Visual Thinking, para poder aprovechar todo esa energía y potencial.
Ahora, a seguir con el resto de esquemas para el curso. ¡A dibujar se ha dicho!
Os dejo aquí el dibujo original y la iteración que habéis podido ver al principio, para que podáis comparar qué ha cambiado.